viernes, 27 de marzo de 2009

Cronicas cairotas

El 30 aniversario del Acuerdo entre Israel y Egipto en todas las televisiones, el recuerdo inevitable del sufrimiento, para algunos la alegría por saber que su país siempre existiría con la contribución de inmigrantes de muy dudosos valores, para otros simplemente la neurótica sensación de ignorancia, de no comprender ese gesto de debilidad por poder, ofrecerse al enemigo olvidando los ideales y el sufrimiento de demasiadas familias.


Robert Fisk- uno de los periodistas especializados en Oriente Próximo con una visión más clara de la realidad, desde su residencia en Beirut, Líbano- aparecía esta mañana en un debate de la edición de Al-Jazeera en inglés. Y al ser preguntado por cuales son los problemas que impiden la unión de los países árabes; No dudaba en comentar que la falta de democracia, derechos humanos y especialmente justicia evitaban esta unión. Treinta años de debate sobre la imposibilidad de esta unión, influencia clave en la desunión de este acuerdo. Ya que en definitiva, los oficiales libres, lo eran tanto, hasta con sus precursores. Sadat no pretendía ser menos que su antecesor, y Mubarak aún menos. La liga árabe volvió al El Cairo después de muchos años. Simplemente un bonito lugar al lado del rosado museo Egipcio y la queridísima universidad americana.


El panarabismo agonizó con la muerte de Nasser, o el rápido olvido de sus ideales frente a los grandes intereses económicos de cada una de las dictaduras árabes. Todas y cada una de ellas apoyadas por grandes potencias económicas mundiales. Algo que no hay que olvidar, para valorar las responsabilidades.


En Egipto se rumorea a gritos que el sucesor del viejo Mubarak será su hijo. En Libia el cambio parece en el mismo sentido, de padre cura hijo monaguillo. si algo se puede prever de este país. Omar Bashir, el dictador de Sudán, pretende ser juzgado internacionalmente por la Haya ya que los yacimientos de petróleo los controla China. Suponemos que los occidentales no pueden ser juzgados en ese juzgado, simplemente dictadores en decadencia de países pobres. Lamentable que se pueda utiliza utilizar la palabra justicia con tal falta de respeto, por los que deberían velar por la nuestra.


Una oficina de derechos humanos de Palestina, en cualquiera de sus rincones, donde seguro no faltan historias para ser recordadas. Las paredes blancas, ni cuadros de grupos islámicos, ni figuras de la OLP, ningún luchador por una libertad lejana, inexistencia de banderas. Simplemente cajas repletas de papeles que tristemente nunca serán utilizados y un cuadro de Gamal Andel Nasser, mirada profunda y perdida, previendo que pronto todo se convertiría en polvo.

lunes, 16 de marzo de 2009

Festival de Jazz de El Cairo

Ayer concluyó el Festival de Jazz del Cairo, con la presencia de dos conjuntos, que difícilmente se podrían denominar grupos de Jazz –Eftekasat y Wust el balad-. Eftekasat, banda joven, con experiencia internacional, que fusiona jazz con música tradicional árabe y del mundo. Mención especial merece el característico sonido de la na’i –especie de flauta de tradición árabe- de Mohamad Farag y la contribución especial del músico búlgaro Theodosii Spassov, en el duelo de viento, con su kaval – otro tipo de flauta con efectos técnicos incorporados, que recuerda a las flautas del folclore pastoril alemán-, la misma flauta que ayudó al flautista de Hamelín. La participación de Spassov formando parte de la World Groove Band supuso el cierre del día anterior.

El festival concluyó con la participación del grupo Wust el balad, uno de los grupos egipcios precursores en el movimiento de fusión actual, con más éxito en el panorama árabe actual. Hinchada formada por adolescentes, jóvenes formales con móviles difícilmente visibles en la mayoría de casas de Europa, e incluso jóvenes veladas.


Cuatro días de música en el centro cultural Sawi, que se encuentra justo debajo del puente 6 de Octubre, a la orilla del río Nilo. Un lugar con una localización inmejorable para sentir la brisa del río y para observar el paso de las barcazas a motor –repletas de jóvenes vociferando en fiestas, celebraciones de bodas o hasta el posible anuncio de una conocida marca de aceite de girasol. La prohibición de fumar y beber en el entorno del concierto, junto con los asientos permiten el disfrute sosegado de cualquier velada musical o cultural que se precie.


Los asistentes, básicamente egipcios acomodados y occidentales, que por uno u otro motivo se encuentran en el Cairo, es debido a los precios escasamente populares del evento. Los precios de los tres primeros días eran 30 libras y del día del cierre 35 guineas –unos 4 y 5 euros respectivamente-. En el festival escaseaban los hiyabs –el pañuelo con el que cubren su cabeza las mujeres- al igual que escasean por la mayoría de calles de la ciudad los pelos femeninos al viento. Por el mismo motivo el público asistente a la gala, era muy diferente que el que se puede observar en cualquier concierto del mismo tipo en Europa o Norteamérica.


Otros grupos que aparecieron en el festival fueron la Riff Band o la Bodhday Big Band egicias, o el alemán Thomas Motter y la Moon Base.

sábado, 14 de marzo de 2009

Cronicas cairotas. Tormenta de arena



Acabamos eligiendo un peor día para pasear por los alrededores del elitista barrio de Zamalek, repleto de extranjeros ambulantes por sus calles principales y característico por la cercanía de embajadas, inimaginablemente de forma geográfica. Concentración nacional en torno a escasas calles y barrios de la capital.



Terminamos encontrándonos con una pequeña tormenta de arena, habitual para los habitantes de la ciudad, pero lo suficientemente molesta para nosotros, como para concluir nuestras obligaciones cuanto antes y desear encontrarnos en casa, o en un café fumando una shisha de manzana.



Un paseo que nos llevaría a cruzar el río Nilo por el puente 6 de Octubre, tras un breve paseo por la orilla oriental, continuando en dirección a Midan Tahrir –Wasat al-balad, el centro de la ciudad, según los cairotas – atravesando por las barricadas del rosado Museo Egipcio, para acabar en los alrededores de Midan Talat- al Hurb –la plaza de la tercera guerra, o la conocida para los israelíes y la mayoría del mundo occidental como la guerra del Yom Kippur- repleta de vendedores callejeros, y especialmente de librerías casi siempre vacías, o de hostales para extranjeros-.



Tras la tormenta se comprende el color entre gris y dorado de los árboles, postal de recuerdo de muchos turistas en Egipto, un polvo que en un primer momento se cree por la contaminación atmosférica de la ciudad, pero sin embargo no es siempre real, esta primera visión de cualquier momento, lugar o entorno.



A pesar que la tormenta es normal para los cairotas, y prácticamente no cambia su rictus facial, para nosotros la arena es muy molesta, incómoda hasta llegar a aburrir. Su acumulación en las pestañas y cejas, una sensación de suciedad del rostro por la mezcla de sudor y arena, cierto desteñimiento sombrío tras el intento de higiene. Un deseo insuperable de mantener los ojos cerrados, para evitar el atasco de partículas al viento. Las miradas entre comprensivas y sonrientes de los nativos con los que nos cruzamos, al observar nuestras caras de occidentales, débiles y pocos acostumbrados a los sufrimientos de estas latitudes.. Un cielo grisáceo, la invisibilidad de las nubes por la neblina creada por el polvo del desierto, tan cercano a nuestra localización, y a la vez tan lejano por la muralla urbana de la gran aglomeración de la capital.



La normalidad relativa, más bien tranquilidad creada por el torbellino de arena. Aunque la molestia limitada para los egipcios, era visible, ya que aunque encontrándonos a sábado –segundo día de fin de semana para los musulmanes-, en las postrimerías del domingo, y primer día de trabajo, muchas personas habían decidido que era mejor descansar tranquilamente en casa, antes que sufrir el suplicio de los pequeños granillos, imposibles de vencer.

martes, 10 de marzo de 2009

Cronicas cairotas. 9 de Marzo Nacimiento del profeta

Un lamentable trozo de papel aprovechado al máximo, tinta y grafito entremezclado en los pocos espacios vírgenes del papel. La enrevesada escritura árabe difusa con los retazos del recuerdo de una infancia en la que todavía existían pequeños detalles que eran importantes. Las galabiyyas blancas recién planchadas que se rebasan, siempre sin mezclarse, con los petulantes filo-occidentales egipcios. Los planchadores callejeros exteriorizan todo su descontento con la realidad circundante, inevitablemente continúan con su trabajo. En los días económicamente importantes los principios tienen límites lívidos, nublados, inconclusos.



El día 9 de Marzo es celebrado en todos los países islámicos como el del nacimiento del Profeta, en Egipto da la casualidad además que justamente ese día y en este año 2009 nos encontramos con el 90 aniversario de la Revolución de 1919.




El partido wafd celebraba en su sede de Dokki –justo enfrente de mi balcón- dicho acontecimiento. Una fiesta del partido, burócratas de traje desteñido, espaldas combadas de tanto arquearse, regalos oficialistas, jóvenes analfabetos temerariamente occidentalizados engullendo comida del KFC, cuyo único mérito para asistir es estar vivos y que algún familiar cercano se haya arrastrado, larga y constantemente durante su humillante vida. Luces de colores y acción. Canciones repetidas hasta la saciedad y un borroso futuro, como únicas conclusiones del encuentro. El nacimiento del profeta apenas se sentía en el ambiente, las galabiyyas blancas –una especia de túnica o chilaba generalmente unicolor muy típica de esta zona, prenda básica para ir a la mezquita- recién planchadas y las largas chivas no eran más visibles que cualquier otro día. Una larga caminata por los alrededores de la universidad del Cairo visibilizaba la esencia de la ciudad, una muchedumbre organizada en torno al comercio. Los zocos repletos de vendedores y no tanto de compradores, cualquier producto en su cantidad justa. Hasta la casi inexistencia es buena para sentarse en la calle y esperar a los compradores,. Los dulces son sin duda el producto más solicitado, imprimiendo el carácter importante del día en el que nos encontrábamos para muchas personas.



La cierta normalización de las relaciones entre religión y sociedad en la capital egipcia, no resta importancia a su mayor visibilidad en ciertas zonas de la ciudad y la determinante importancia de ciertos aspectos de esta. Esta realidad es directamente diferente y proporcional a la cantidad de kilómetros que nos separemos de la capital y los días que sus habitantes pasan sin probar una gota de alcohol. –La noche anterior a cualquier festividad musulmana existe ley seca-. Aún así conseguir alcohol no es demasiado complejo, los demás días es sencillo en exceso. La ciudad de los mil minaretes, esconde su fuerza. Simplemente el país tiene suficiente encanto turístico para explotar, como para hacerlo también con sus creencias.

lunes, 9 de marzo de 2009

Cronicas cairotas. Precios

Uno de los temas de mayor interés para cualquier turista, estudiante o simplemente cualquier persona que se traslada a otro país, son los precios. A excepción del problema inmobiliario y el comprensible consumo de alcohol, los demás precios en el Cairo, son tolerables para cualquier economía familiar de turista de visera y cámara de fotos –incluidas las analógicas-. El cambio con respecto al euro, es de alrededor de 7 liras egipcias por cada euro, tanto en el aeropuerto como en la mayoría de las casas de cambio el cambio es lo suficientemente positivo. Otra cosa serán los precios para turistas que serán aprovechados por la mayoría de comerciantes, si interactúas con ellos en inglés.


Los alquileres son extremadamente caros en el Cairo, especialmente en los barrios donde se alojan extranjeros –básicamente los representantes de las embajadas y los estudiantes internacionales- la mayoría de los hoteles también se concentran en esta parte de la ciudad. Siempre teniendo en cuenta el dinero que hay que negociar con los intermediarios y con el portero –su función básica es conseguir el mayor dinero posible de los extranjeros a través de diversos recados y controlar quien entra y quien sale del edificio-. La comida preparada es extremadamente barata en la calle, en cualquier lugar –básico que haya egipcios en el lugar, y que no parezca un restaurante occidental-. Cualquier lugar de apariencia occidental conlleva un precio mayor por conseguir que el extranjero se introduzca en sus adentros. Algunos ejemplos que serán completados en las próximas entradas son algunos tintes básicos que señalan las diferencias entre países. El típico falafel –pan turco enrollado con un tipo de albóndigas de garbanzo fritas y con ensalada- , junto a la mayoría de kebaps y schawarmas, son conocidos internacionalmente por su precio en torno a los 3 euros. En el Cairo, en cualquiera de los sitios para locales se puede encontrar por el módico precio de 1 o 2 liras, al cambio unos 15-30 céntimos. Está comprobado que tres de ellos pueden saciar la mayor de las apetitos y ansias. El precio en otro lugar puede ser algo mayor, pero la diferencia para el bolsillo no es importante.


Una cachimba, nargila o como se utiliza en la mayoría de los países árabe shisha, cuesta en torno a otra lira, o lira y 50 piastras –una lira o guini se divide en 100 piastras-, si se acompaña con un café turco solo -qahua Saada en árabe- o con leche –qahua bil jalil- en torno a dos libras todo. Estos lugares no están vetados para las mujeres, pero la simple mirada de los parroquianos –generalmente hombres egipcios mayores- limita, por no decir impide el acceso de mujeres occidentales; Una mujer egipcia en este lugar sería un hecho histórico, hace unos años no tanto. En España en los pocos lugares que es posible disfrutar de una shisha, su precio oscila entre los 8-10 euros. Conocer palabras básicas en árabe y comprender los números de los precios, es básico para poder negociar desde una posición de poder, lo suficientemente positivo para no ser engañado fácilmente.


Cualquier viajero con conocimiento suficiente de árabe, o estudiante del idioma debe levantarse cada mañana pensando en negociar el desayuno en cualquier de los miles de cafés que se pueden encontrar la ciudad.

Detalle de una bolsa de comida rapido, con precios incluidos

miércoles, 4 de marzo de 2009

Cronicas cairotas.

El Cairo nunca despierta. Más bien dormita esperando el momento de poder descansar realmente. Un bullicio establecido, casi decretado por ley. El crepúsculo se mezcla con el alba, o más bien con la aurora. La muchedumbre ordenada en cada esquina, miles de personas que siempre deambulan. Los vagabundos no piden dinero, simplemente yacen. Los mendigos, astutos siempre al acecho de cualquier extranjero, casi siempre viejas viudas que mantienen el luto en un negro impoluto, repleto de remiendos y mierda. Aunque no existen normas de tráfico los peatones y los conductores conviven en total armonía. No hay accidentes, el peligro alerta de la necesidad de estar siempre alerta.

Una vista panorámica de Meca durante el último rezo del día –el fajr-, la mezquita del Profeta repleta de personas yaciendo, y mientras tanto un programa de Huda televisión – básicamente una televisión islamica con base en Arabia Saudita- retransmite para todo el mundo en una pésima traducción en inglés. La introducción se basa en la expulsión de los musulmanes de la Península Ibérica frente al enemigo cristiano. El dueño y señor de Hispania podría encontrarse considerablemente fuera de este maniqueísmo. Discurso especiado con un vocabulario muy poco acorde con los valores del Islam, como son la convivencia y la comunidad. El discurso se sazona con palabras tan útiles para la coexistencia pacífica entre pueblos y creyentes como son víctimas, guerras, calamidades, beneficios, criminales, y un largo etcétera que debido a dudosas interpretaciones, han acabado acercándose peligrosamente en Occidente a los creyentes de un libro que no lo dice, algo muy diferente es el que pronuncia las palabras.

El discurso frente a miles de fieles, concluye señalando la necesidad de desarrollo militar, educacional y científico para todos los países islámicos, cuya argumentación infringe cualquier argumento desarrollista. Primero el desarrollo militar nunca pretende la defensa de los valores de determinada nación o patria, sino la acumulación de fuerza bruta para utilizarla contra el más débil. Generalmente esta utilización conlleva un gasto que hay que subsanar con beneficios para las fábricas de armas de los países que inician la guerra, y con la expoliación de los recursos del país invadido. Consecución –más pobreza y desolación- Y segundo, un país de ignorantes es un país tranquilo, donde sus habitantes pueden ser engañados fácilmente. La educación debe formar a personas reflexivas que consideren posible una mejora de la situación general del pueblo. ¿Cómo es posible que existan en el mundo países con el mismo presidente durante 27 años? Obviamente debe ser muy bueno, representar a todos y ser amado y adulado por la población; Quizás simplemente es que no existe el cambio, y algún bastardo descansa en la recámara.

La discusión, la comunicación y el conflicto son términos de la misma realidad; La relación entre pueblos, grupos y personas. Comprender las ventajas y las desventajas de cada segundo, inevitable para poder crecer. La utilización de los medios de comunicación para expandir unos valores viciados sobre una religión de miles de creyentes no debería ser la forma de conseguir expandir lo que en teor'ia est'a escrito en las sagradas escrituras.

domingo, 1 de marzo de 2009

¿Alguien recuerda Kosovo algunos meses después? II


No me permiten pagar el mejor café turco que jamás había probado. Una gran excusa para continuar hablando, en el momento que ya había decidido marcharme, cuando la persona que nos permitía la comunicación se había marchado. Sin embargo,Bunianem , nos ayuda con las traducciones, con un inglés oxidado pero que en definitiva permite la comunicación con Isvet . ¿Qué tal la comunicación entre los serbios que se mantienen en Kosovo, algún problema al hablar Serbio? Bosanska –el dialecto serbocroata de los musulmanes de la antigua federación, ejemplificado en el bosnio- yo no hablo serbio.






Los Juegos Olímpicos que me habían impedido entablar la primera conversación se mantienen en la televisión pero ya nadie les presta atención, no les hacen caso.
Escribe un artículo de cómo somos realmente los kosovares en España, de lo que en realidad ocurre aquí, de la experiencia que tú realmente has tenido con nosotros. Las historias de espías siempre han sido gratamente extendidas por el cine. Con toda seguridad suponen que lo que la televisión dice no es para nada lo que está ocurriendo en el país verdaderamente, y como en la mayoría de los casos es así. Demasiadas fuerzas de seguridad internacional, pero ya muy pocos periodistas, para informar de una problemática que existe, mucho más importante de la que había en el día de la independencia, cuando solamente había banderas –y más todavía que no expresaban ninguna idea nacionalista, limpieza europea- ; y un gran cabreo por parte de Serbia y de Rusia, que ya se ha rehecho regalando independencias a Osetia de Sur (Osetia del Norte evidentemente no, porque está en territorio ruso) y Abjasia; merecidas o no, son los pueblos los que sufren, y no los políticos y militares de rango que las promueven los que sufren los efectos de las guerras ¿hasta cuando esta farsa de Naciones Unidas? ¿Hasta cuándo seremos víctimas que nos damos cuenta de lo que pasa pero nos parece normal?





Me marcho porque el tiempo acucia en mi visita, nos marchamos de Kosovo en escasos minutos, alargados por la visita de un antiguo guerrillero del UÇK –o al menos simpatizante profundo- Después de haber supervisado el coche durante la mañana, hasta el mínimo detalle, nos descubre y nos invita a subir a su despacho, preguntando si hablamos albanés contestamos que evidentemente no y su hija nos hace de traductora.
Fotos del sueño kosovar anterior, el antiguo presidente recordado como el precursor, más bien el tecnócrata, largas barbas de nuestro anfitrión que nos dan información de su pasado, un gran poster de la no menos grande Albania, posibles banderas del Kosovo independiente: con el águila bicéfala, el rojo y el negro por doquier, banderolas, más banderas, fotos y cualquier imaginable simbólico de un país naciente, pero por ningún sitio la novedosa bandera de la independencia, llevada de la mano europea, y poco creída para los antiguos luchadores, todavía fieles al corazón albanés.






Americans don’t do anything for free. Mientras hace referencia al oro que probablemente se esconde en sus montañas, los estadounidenses están intentando hacer prospecciones. Acaba enseñándonos pequeñas rocas totalmente cubiertas de oro.
Sentirse satisfechos de ser independientes, pero teniendo en cuenta que la ayuda de Europa y de Estados Unidos ha sido indispensable, siguen mirando atrás, a Albania, a su gran sueño y quizás su único apoyo real a largo plazo. Psíquicamente la madre patria, actualmente decadente como país. Una independencia deseada y querida pero no se debería haber producido de forma tan pacífica y burocrática después de tantos años de lucha y tanta sangre derramada en las infranqueables montañas albano-kosovares. –según la opinión del que ha sentido el dolor en su cuerpo-

Cronicas cairotas I. Llegada.

Una noche iluminada, incandescente nos da la bienvenida a la megápolis del Cairo, desde la llegada a Egipto, la panorámica desde el avión nos señala que la ciudad ya intenta introducirse en nosotros Pequeñas aldeas, solitarias, tan solo unidas por pequeños haces de luz no expresan todo lo que quieren, siempre más de lo que pueden. La ciudad está despierta, siempre, como atiborrada a anfetaminas de escasa calidad, despierta, pero durmiente, inconsciente. El becherovka comprada a última hora en el avión –por la imposibilidad de comprar en el trasbordo de Praga- nos facilita la llegada, y nos nubla la vista en los tristes movimientos de una partida de ajedrez demasiado rápida, a más de 4000 m de altura y –el aire a 30ºC que rozaba la dura piel metálica del avión. Las sonrisas checas de las azafatas no ayudan a obviar el nerviosismo de la llegada. Siempre idealizamos los lugares por el primer contrincante con el que nos chocamos. En el Cairo, no ha sido mitificado en mi mente ni por su tráfico ni si quiera por sus alimentos o mujeres, simplemente por ese ambiente viciado, mezcla aeropuertaria entre queroseno y contaminación sin detalles. La ciudad de las antenas, los famélicos gatos pordioseros y de la contaminación sin fronteras nos saluda. Su olor callejero a comida empieza a apetecer.

El recorrido a la ciudad, en un destartalado taxi –de los mejores y sin licencia que se pueden encontrar por el camino- con la puerta entreabierta, y el maltrato continuo del maletero. Acabamos llegando por un carretera amplia sin apenas coches, como nunca o jamás sucede, y con la incomodidad inevitable, en un camino repleto de mezquitas, que nos sorprenden en un primer momento. Soñando con fotografiarlas, acabaremos cansándonos del constante Allahu akbar.

Llegamos de madrugada al Aeropuerto Internacional de El Cairo, y lo que en teoría debería ser una coordinación total con el personal del instituto Cervantes, recogida y traslado a un hotel, se convierte en una espera temeraria que acaba solucionándose gracias a los medios de los compañeros más avanzados del grupo, y la gran ayuda de un amigo cairota de uno de los componentes del grupo. Uno de los responsables de recogernos confunde el día en su calendario mental, y el que acaba apareciendo, todavía soñoliento nos impide confiar en él. La llegada al hotel se convierte más bien, en un sueño meloso e intenso de escasas horas, tras esperar el desayuno durante horas, tras una trasnochada llegada al hotel Luna.
La espera a algunos nos parecen siglos. Se le puede denominar hotel porque es lo que está escrito en sus llaves, y en la tosca novedad de sus habitaciones coloniales. Joyas alquímicas, que ya han perdido el brillo cobrizo. El Coloreado de las paredes realizado por un daltónico, que acabó decidiéndose en un poco afortunado color pistacho derretido combinado con un dulce violeta tirante a rosado. Lo único real de todo el día, ha sido el nombre del hotel, Luna –en español o italiano-; justo en el momento en el que ya amanecía. El primer crepúsculo nocturno, más bien, nos señala que el tiempo ha dejado de importarnos. Paciencia., estoicismo e imperturbabilidad.