Desarrollando el proceso de desollado tradicional del país, tanto para entender su funcionamiento como para comprenderme a mi mismo, y mi labor aquí. El próximo paso es un breve comentario sobre la República Autónoma del Tatarstán, con capital en la ciudad de Kazán donde vivo. Los tártaros son entre el 3-4% del total de la población de toda la Rusia actual, y en esta república son la mitad de la población. Cuentan con orgullo como son herederos de las hordas de Genghis Khan, habitantes de una ciudad que cuenta con más de 1000 años de historia, capital y orgullo de todos los tártaros; sin embargo señalar que las minorías de Rusia urbanizadas se mantienen en un limbo de su psique difícilmente definible. Dejaron atrás un entorno cultural, abarcante que hacía comprensible la vida diaria para trasladarse a las industrializadas capitales en busca de una oportunidad que nunca encontraron.
Uno de los pocos edificios donde únicamente ondea la bandera tártara. El color de la boda sirve únicamente de excusa.
La Unión Soviética les regaló su bandera nacional –verde y rojo, con una franja intermedia que las divide- y les transformó su alfabeto al cirílico, además de migrar a cientos de miles de trabajadores étnicamente rusos. La ciudad, es simplemente rusa, nada más. Extraña para sus teóricos dueños. El sonido del almuédano nunca se escucha, ni siquiera al lado de la mezquita de Kul Sharif, la más importante del lugar, dentro del complejo del Kremlin, concluida escasos años atrás. La mayoría de los que acceden son hombres. La industrialización urbana soviética hizo minoría a sus originarios habitantes; Todas las minorías étnicas del país lo son hasta en su propio territorio (a excepción de los buriatos, en las tierras fronterizas con Mongolia).
Los matrimonios mixtos están ampliamente extendidos, lo que dificulta más todavía el recuento étnico tan necesario para las políticas etnicistas. La herencia por línea paterna de la etnicidad conlleva el aumento del peso estadístico tártaro, ya que los hijos nacidos de matrimonio mixto entre hombre tártaro y mujer rusa son contabilizados como tártaros.
El renacimiento del indirect rule (control política indirecta) de conquista británica de África tiene lugar en Rusia actualmente. Moscú negocia con los líderes políticos de las repúblicas autónomas la pacificación del territorio a cambio de partidas económicas auto-administradas para la población. Los políticos consiguen tranquilidad, no importa a que precio (véase Chechenia y sus líderes) y a cambio de la labor realizada se “auto-administran” el dinero a su bolsillo. Tras la descomposición de la URRS el Tatarstán era uno de los lugares, junto con Chechenia, más peligrosos de todo el territorio ruso, sin embargo se pacificó con mano de hierro.
Cambian los colores chillones de la bandera, el color de la piel y hasta las facciones faciales, pero los gritos de la población siguen siendo los mismos.
La bandera rusa y tártara comparten su lugar, en cualquier de los múltiples edificios gubernamentales, ni siquiera se dignan a ondear.
Uno de los pocos edificios donde únicamente ondea la bandera tártara. El color de la boda sirve únicamente de excusa.La Unión Soviética les regaló su bandera nacional –verde y rojo, con una franja intermedia que las divide- y les transformó su alfabeto al cirílico, además de migrar a cientos de miles de trabajadores étnicamente rusos. La ciudad, es simplemente rusa, nada más. Extraña para sus teóricos dueños. El sonido del almuédano nunca se escucha, ni siquiera al lado de la mezquita de Kul Sharif, la más importante del lugar, dentro del complejo del Kremlin, concluida escasos años atrás. La mayoría de los que acceden son hombres. La industrialización urbana soviética hizo minoría a sus originarios habitantes; Todas las minorías étnicas del país lo son hasta en su propio territorio (a excepción de los buriatos, en las tierras fronterizas con Mongolia).
Los matrimonios mixtos están ampliamente extendidos, lo que dificulta más todavía el recuento étnico tan necesario para las políticas etnicistas. La herencia por línea paterna de la etnicidad conlleva el aumento del peso estadístico tártaro, ya que los hijos nacidos de matrimonio mixto entre hombre tártaro y mujer rusa son contabilizados como tártaros.
El renacimiento del indirect rule (control política indirecta) de conquista británica de África tiene lugar en Rusia actualmente. Moscú negocia con los líderes políticos de las repúblicas autónomas la pacificación del territorio a cambio de partidas económicas auto-administradas para la población. Los políticos consiguen tranquilidad, no importa a que precio (véase Chechenia y sus líderes) y a cambio de la labor realizada se “auto-administran” el dinero a su bolsillo. Tras la descomposición de la URRS el Tatarstán era uno de los lugares, junto con Chechenia, más peligrosos de todo el territorio ruso, sin embargo se pacificó con mano de hierro.
Cambian los colores chillones de la bandera, el color de la piel y hasta las facciones faciales, pero los gritos de la población siguen siendo los mismos.
La bandera rusa y tártara comparten su lugar, en cualquier de los múltiples edificios gubernamentales, ni siquiera se dignan a ondear.
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